Recientemente trabajamos en una puerta blindada que presentaba un caso fascinante: exteriormente parecía impenetrable, con cercos metálicos robustos y un acero de casi 5 milímetros de espesor, pero su sistema de cierre era completamente obsoleto. Esta contradicción – fortaleza aparente con debilidad oculta – es más común de lo que imaginas.

La paradoja de la seguridad moderna: tener una puerta acorazada de última generación con una cerradura que un ladrón experimentado podría abrir en menos tiempo del que tardas en encontrar las llaves en tu bolso.

Nuestro enfoque para mejorar la seguridad de esta puerta incluyó:

Pack de Seguridad Integral EP50 Instalamos un cerrojo SAG EP50 que actúa como punto de anclaje adicional. ¿Por qué es esto crucial? Si un intruso logra forzar la cerradura principal mediante apalancamiento, el cerrojo se convierte en la segunda línea de defensa. En una puerta semi-acorazada de acero, este elemento puede marcar la diferencia entre un robo exitoso y un intento frustrado.

Bombín Premium de Alta Seguridad Sustituimos el bombín original por un Queso Premium 8000 Omega 2, fabricado íntegramente en acero exterior con cuatro barras de carburo de tungsteno. Este componente no es solo antitopiñeo, antibombo y antipresión; incorpora un puente anti-rotura que resiste tanto ataques de habilidad como violentos.

Escudo Protector Diesel Rock El escudo no es un simple embellecedor. En puertas con cercos metálicos sólidos, pudimos fijarlo con los cuatro tornillos incluidos, creando una protección perimetral que distribuye cualquier impacto sobre una superficie mayor, reduciendo la efectividad de ataques con herramientas de palanca.

Sistema de Pomo Interior Instalamos un dispositivo de apertura interior que permite abrir la puerta desde dentro sin necesidad de llaves. En situaciones de emergencia – incendio, problemas médicos, o simplemente cuando has dejado las llaves en otro lugar – este mecanismo puede ser literalmente vital.